El cooperativismo es el movimiento y la doctrina que impulsan la promoción y la organización de cooperativas: sociedades autónomas cuyos integrantes buscan satisfacer una necesidad en común.
Distintos principios rigen el cooperativismo. Se trata de valores que deben respetar este tipo de sociedades y sus miembros, que también se encuentran a nivel universal entre todas las personas, ya que son valores éticos de responsabilidad y cooperación. Uno de los más importantes es el apoyo mutuo, ya que la finalidad de una cooperativa es actuar en conjunto para perseguir la resolución de problemas comunes.
Veamos a continuación otros de los principios del cooperativismo:
* la democracia directa en los procesos de toma de decisiones relacionadas con la gestión de la sociedad misma, los cuales deben ser colectivos e incluir a todos los asociados a través del protagonismo y la participación;
* el esfuerzo propio, entendido como la fuerza de voluntad y la motivación de los integrantes, siempre con la vista puesta en la consecución de los objetivos previstos;
* la equidad en el reparto de los beneficios. Los excedentes deben ser distribuidos de forma justa e igualitaria entre los integrantes de la asociación;
* la responsabilidad, un nivel de rendimiento que permita cumplir las actividades propuestas para alcanzar las metas comunes, propulsado por un compromiso moral inquebrantable con el resto de los miembros;
* la igualdad entre los asociados, que tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones y son libres para adherirse y retirarse de la asociación cuando deseen;
* la solidaridad también puede mencionarse como un pilar del cooperativismo. Estas asociaciones deben servir para solucionar inconvenientes de sus socios y de sus familias, pero también de la comunidad en la cual están insertas.
El cooperativismo debe promover estos principios y cualquier valor ético que haga a la transparencia, a la honestidad, al compromiso con la comunidad y a la responsabilidad social.
La historia de este movimiento tiene una fecha de inicio documentada, el 24 de octubre de 1844, pero más de un precedente que nos remonta a casi un siglo antes. En 1769, por ejemplo, tuvo lugar la fundación de la cooperativa de consumo Fenwick Weavers’ Society (la Sociedad de las Hilanderas de Fenwick), en Escocia. Por otro lado, también existen excepciones, tanto prácticas como teóricas, de la mano del socialismo utópico, un grupo de pensadores socialistas previos al marxismo.
Volviendo a la fecha en la que comenzó efectivamente el cooperativismo, nos sitúa en Inglaterra, cuando una mujer y veintisiete hombres que trabajaban en la industria textil de Rochdale, una ciudad ubicada en el Gran Mánchester, fundaron una empresa a la que llamaron Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale, con un aporte de 28 peniques cada uno. Estas personas habían perdido sus trabajos luego de haber participado de una huelga.
Estos pioneros presentaron ante la Cámara de los Comunes una lista de normas que se consideran la base de los principios antes mencionados. Algunos de los puntos a destacar de estos lineamientos generales, establecidos por los fundadores del cooperativismo, son los siguientes: libertad religiosa y racial; interés limitado sobre el capital; continua educación.
La Alianza Cooperativa Internacional es la institución que reúne y representa a las cooperativas de casi un centenar de países. Entre las funciones de esta entidad creada en 1895 se encuentra la difusión del cooperativismo.
Es importante tener en cuenta que las cooperativas pertenecen al denominado tercer sector o economía social, que combina cuestiones de la economía capitalista y del sector público. El cooperativismo, en este marco, constituye una corriente que va más allá del capitalismo, ya que no está basada en la generación de ganancias (lucro), sino en la satisfacción de las necesidades de la gente.